sábado, 30 de marzo de 2013

El último viaje a Mexico

Una vez repuestos de las Navidades, comencé a preparar y a gestionar el viaje a México que como tantos años en éste también había sido invitado a participar en el Congreso Nacional de los institutos de Cancerologia. Hace unos veinte años que voy, salvo en alguna contadisima excepción.
Esta organización de los institutos de cáncer esta coordinada, controlada y en cierta medida dirigida por el Instituto Nacional de Cancerologia en México DF. Desde aqui se decide el presupuesto, las campañas de prevención primaria y de diagnóstico precoz o prevención secundaria, los estudios clínicos y estadísticos de incidencia, prevalecía, mortalidad etc.
Cuando digo preparar y gestionar comienzo por cerciorarme de que he sido invitado, de las fechas, del día que me corresponde participar o los días. A veces son actuaciones en distintos días. Ponencias, conferencias, participación en mesas redondas, presidir y moderar algunas de estas. Coloquios con expertos, clases a residentes etc. Luego tengo que aclarar sí vuelo gestionado por la organización o por mi, lo cual me permite volar con Paquita y en Iberia aunque como es lógico desde hace años los gastos de mi mujer corre por mi cuenta pero las ventajas de volar con Iberia es importante disponiendo de tarjeta Plus. Tengo que ver sí la reunión es en D.F. o en otra ciudad y como conexiono con el vuelo doméstico. El hotel es importante. Todo bien atado porque ya los conozco y allí hay dos culturas. Una hispana, poco concreta y otra norteamericana, lenta pero muy eficaz. Sin ánimo de ofender (les quiero mucho pero me recuerdan mis paisanos) todo hay que concretarlo y amarrarlo. Yo cuento con mis amigos que hacen muy bien un papel de "catalizador de la reacción" que ayuda muy exitosamente a la solución del asunto. Han sido muchos años de experiencia en congresos a Hipanoamerca. Podría contar muchas anécdotas, todas felizmente solucionadas.
Si vamos con algo de tiempo suficiente o la Reunión es en la capital, lo primero que hacemos es ir a la Villa a ver, estar y rezar a la Virgen de Guadalupe, muchas veces en el coche de mi amigo Jaime conducido por Dani, el fiel chofer casi de la familia. Cuando llegamos al hotel, Jaime me llama y me dice siempre "¿irás a la Villa?, te lo pregunto por enviarte a Dani" y yo le contesto siempre: "claro, tengo que ir para rezar por ti". En realidad, a rezar por él y por Paula y por Melva, y por todos los amigos mexicanos y por mis hijos, yernos, nuera y nietos y por mis hermanos y sus hijos y por todos mis amigos y compañeros. Y por la Fe de México, para que cada día sea mayor. Y por todo el continente Americano.
Me encanta comprobar el continuo milagro de México que es la cantidad de fieles en las sucesivas Misas, en las colas que incluso salen por fuera del santuario, para confesar muchísimos hombres, muchos de ellos, indios con trenzas.
No tengo ya mucho espacio pero me gustaría contar que presidí una Mesa sobre Paliacion y Sedación. Participaron muchos colégas mexicanos y norteamericanos, tejanos y de algunos estados más allá de la frontera. No podéis imaginar la alegría que tuve cuando comprobaba que cada puntualizacion ética que hacia, los colegas norteamericanos y la mayoría de los mexicanos también, corroboraban mis opiniones, me lo agradecian y se felicitaban por ello.

martes, 26 de marzo de 2013

Muchos acontecimientos

Hola a todos: hoy reanudo el blog después de más de un mes en el que han ocurrido muchas cosas. Algunos trascendentes al menos para los católicos pero no sólo, pienso que también para toda la Humanidad.
Me refiero a la designación del nuevo Papa de nombre Francisco en la persona del jesuita y Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bertoglio. Muchas cosas tendré que comentar sobre todo lo acontecido entornó a todas estas cosas de Roma.
Ahora quisiera detenerme a algunos asuntos ocurridos anteriormente como todo el periodo de la Navidad pasada con el inmensos y entusiástico anuncio de la venida de Almudena, Álvaro que llegó algo más tarde y los niños Isabel, Álvaro y Jaime.
Como siempre la hemos pasado en Santo Domingo en un ambiente intensamente familiar. Para mi es una gozada disfrutar de la compañía de toda la familia. Por supuesto de los que pueden venir. Pero las ausencias de María y de Inés se suplen con el WhatsApp y el Skype. Unos grandes inventos, impensables hace sólo un lustro o algo más.
Lo más relevante ha sido tener a todos mis nietos, guapísimos, inquietos, ruidosos, incansables, simpatiquísimos. Si "pero el abuelo me riñe". Parece que esto es lo único que a mi nieto Álvaro le ha quedado de toda la Navidad. Lo siento pero el abuelo no puede tolerar que se peguen.
Lo más preocupante de la Navidad son los traslados de Madrid a Santo Domingo y la vuelta a Madrid. La sobrecarga de peso y trabajo. Sobre todo las idas. Hay mucho más que llevar que traer. Somos cada vez más mayores. Lo peor es para Paquita. Las comidas, la ubicación de cada matrimonio y de los niños, la sobrecarga de trabajo, la organización de la casa. Una verdadera pesadilla para mi mujer, la Abuela. Así con mayúscula. Pero aún asi somos los abuelos, los que más disfrutamos aunque ella a veces no lo reconozca.
El momento más crepitante intenso es la noche de los regalos. Suele casi siempre ser la noche del 24 al 25 cuando ocurre para los mayores. Para los pequeños es el despertar de la Navidad.Tremendo el escándalo de gritos, nervios, carreras, llantos porque no se han puesto las pilas de los juguetes y por supuesto no funcionan, etc. No penséis que los nervios son sólo de los niños. Alguna de mis hijas desde la tarde antes de ir a Misa y de la cena ya está como un flan. Pero para todos es muy emocionante entrar en el salón donde esta el Belén.
Así, como otros tantos años, ha sido la Navidad pasada pero cada vez más mayores, más pesó, más cuesta arriba para ella, la abuela Paqui.
De nuevo la vuelta a Madrid es como un remanso de paz y de "sordera". Solo los dos dispuestos a reanudar nuestra vida cotidiana y a reponerse en un baño de tranquilidad pero no dejamos de recordar todas los detalles de los días pasados que aun lo dicho, han sido extrardinariamente felices. Aunque terminamos concluyendo como todos los años que éste será el último año y que tenemos que pensar en un plan de Navidad que sea unos días de verdadero descanso para mama.



domingo, 3 de marzo de 2013

Más aún sobre "el Relativismo"


¡Seréis cómo dioses! Es el grito que se sigue oyendo desde el Génesis, como rebeldía al Creador.
"Yo decido mi código etico en cada momento, según me convenga. El caso más extremo es, como ya apunté en otra página "...yo decido el sexo que quiera tener". Es decir, no hay ya referencia alguna de referente moral objetiva por la sencilla razón de que soy yo el que en cada momento y circunstancia tuerzo, ahogo y hago desaparecer hasta llegar a extinguirla, mi conciencia y dictamino lo que está bien o no.
Tengo que aclarar en este punto, que cuando se habla de conciencia hay que decir claramente que me estoy refiriendo a la conciencia bien formada. Cosa de obligado cumplimiento en toda persona adulta, esto de formar la conciencia.
La verdadera conciencia recta se forma con el ejercicio forzado de las virtudes, con la lectura y el estudio de la ciencia moral. Se requiere una gran sinceridad a la hora de examinar nuestras acciones, para llamar error al error, flaqueza a la flaqueza y sobretodo a la hora de saber reconocer el egoísmo y la soberbia.
En definitiva, gran parte del esfuerzo por vivir consiste en rectificar frecuentemente nuestras intenciones. Es un ejercicio que habría que hacer todos los días, una o dos veces sobre la vanidad, la búsqueda del aplauso, la alabanza de sí mismo, y como ya he referido, las debilidades, el egoísmo y la soberbia.
El Relativismo es la negación de Dios y en consecuencia "yo soy dios". Yo soy quien decido que el aborto no es delito sino un derecho. Yo decido cuando hay que eliminar a un discapacitado o aún enfermo terminal. Yo decido cuando puedo engañar, cuando tergiversar. Yo decido cuando un juez se amolde a mi conveniencia, si es que tengo poder para ello y por lo tanto la justicia no es igual para todos, ¡faltaría más!. Es el Relativismo llevado a la organización del Estado.
Uno de los síntomas más claro es la pérdida del valor de la VERDAD.
Hay una muerte de la conciencia personal y también la muerte de la conciencia colectiva. En ambos casos constituye un grave peligro para la sociedad. Lo estamos viendo en el grado ínfimo en que ha caído la moralidad pública.
El relativismo es en definitiva, al menos así lo pienso, el pecado contra El Espirirtu Santo del que habla el Evangelio y del que dice que no habrá perdón.








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