viernes, 14 de junio de 2013

Más sobre el viaje a Barranquilla

Teresa, mi hija Teresa ,disfruto muchísimo la semana que estuvo con nosotros . Tanto con los mayores como con los sobrinos con los que se identifico desde el primer momento. Tanto que un día que fuimos a cenar con unos vecinos, los Puche de la casa 6, Marciano y Luceli , unos señores encantadores y que quieren a Álvaro y Almudena como a sus propios hijos, los pequeños querían ir también ,al fin y al cabo ellos se consideraban como sus nietos . Se les dijo que era una cena solo para mayores  . los  niños al unísono , protestaban diciendo " y si es para mayores porque va también la tía Teresa  ?" 
Un día decidimos ir el fin de semana de excursión a Cartagena de Indias . Pasaríamos  las noches en un apartamento que nos dejo otra de las magníficas vecinas y amigas de Almudena ,la que vive en la casa 3 ,Ana María y su marido Pancho  . Otro matrimonio extraordinario ,como ya sabíamos por lo que nos contaban . El problema que teníamos era que aún no disponíamos del segundo coche  , un  Land Rover que Álvaro yAlmu han comprado para uso de Almudena . Una " tartána" con más trampas (averías ) que una película de Fuman Chu . Finalmente alquilamos un cochecito Chevrolet endeble y frágil que condujo Almudena  . En el fuimos Almu , Paquita y yo. En el grande ,Álvaro como conductor, Teresa , los tres niños y Máx. Nos marchamos el viernes por la tarde y llegamos al atardecer ..Unos 90 kilómetros separan Barranquilla de Cartegena . Llegamos  de noche . El apartamento esta situado en una  zona de Torres muy elegante situada a la entrada de la ciudad llamada " el Morro" . El  aterrizaje fue para grabarlo . Parecíamos una de esas familias de película española de los cincuenta : los papas ,los tres niños, la tía Teresa, el perro y los abuelos . El personal de seguridad fue muy amable y quedamos impresionados por el apartamento que es de súperlujo, sencillamente extraordinario y grandísimo . Cada dormitorio , amplísimo con cuarto de baño , una cocina preciosa con mostrador abierto a la zona de estar y comedor que daba a una terraza con mesita y muebles apropiados con dos amacas colgantes comodisimas . Allí instalamos a Máx con su agua y comida . Una vez enteacoplados y satisfechos nos dispusimos a salir para cenar pues ya era hora . 
Regresamos para dormir felizmente con el regusto de haber pasado una tarde y noche estupenda. Y a dormir ...pero a las cuatro de la madrugada ,siempre a las cuatro sonó el teléfono y yo desperté buscando el dichoso artilugio al tiempo que oía ladrar a Max desesperadamente , " diga ,quien es? " . Era el conserje, tan amable : " discúlpeme pero el perrito se podría callar porque hay vecinos que han llamado molestos " . Yo me  pregunte  lo que podía hacer para hacerle callar. En ese instante apareció  Álvaro , mi salvación , medio dormido  se lo llevo a su dormitorio ,santa palabra y silencio . Yo volví a mi cama aliviado y me dormí hasta la hora de levantarnos todos  , recoger , ducha y salir a buscar un lugar para desayunar . Estuvimos en un "Juan Valdés " , en una terraza al aire libre . Y de allí nos fuimos al embarcadero para cruzar a la isla de Baru. Una travesía muy corta y casi todo el tiempo es para esperar embarcar en las balsas. Tras un trayecto que me pareció lago más largó de lo que había imaginado llegamos a un aparcamiento polvoriento y emprendimos la caminata hacia la playa .¡ Por fin el Caribe ! Un azul especial, maravilloso , increíble . Para estar más tranquilo de gente y de vendedores ambulantes ,tuvimos que andar algo más . La playa ,de arenas blanca y de un azul especial ,el mar es d e ensueño. Baño , descanso, más baños y juegos . Máx también lo pasaba como podía aunque yo creo que algo apagado por la falta de sueño y por el calor .la mayor parte del tiempo la paso dormitando.  A la hora de comer , ensaladas y pescados  luego café la guardia decayó y fue aprovechada por más de un vendedor ambulante . Las señoras al final compraron cositas múltiples y tan contentas. Después de una sobremesa levantamos el campamento y de vuelta a los coches. En el camino de vuelta la atracción fue Máx que lo llevaba en brazos Álvaro . Cada dos o tres pasos nos paraban para admirarlo . Y nos sentíamos orgullosos . Lo más curioso es que yo también  lo estaba. In cluso temí  que lo pudieran robar .( Continuara ) .)

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