lunes, 25 de febrero de 2013

Más sobre la Confesión

En la misma línea de la página anterior recuerdo cuando hace muchos años, probablemente más de treinta, atendí a un paciente que me ingresaron con muy mal estado general, intensos dolores, diagnosticado de cáncer de próstata muy evolucionado con metástasis ganglionares, óseas, hepáticas, anemia muy intensa, y sobre todo los dolores a pesar del tratamiento, a mi juicio, correctamente administrados.
Pasé gran parte de las últimas horas de la jornada evaluando la situación clínica y hablando con el paciente que se encontraba sólo. En un momento de la conversación se me ocurrió preguntarle si tenía algún sentido cristiano de la vida y me contestó que hacía mas de cincuenta años que no practicaba aunque algun domingo había ido a Misa con su mujer para no disgustarla. Pero inmediatamente continuó, "yo, doctor, he sido muchos años carcelero y director de prisiones y menos matar he hecho de todo".
Le propuse que no confesara conmigo, que lo hiciera con un sacerdote católico: "yo solo soy médico", le dije. Se le veía necesitado de descargar la conciencia. Eran más de las diez y media de la noche. Y, después de una conversación algo larga con el capellán, este le atendió.
Por la mañana muy temprano, volví a verle. Estaba mucho más tranquilo. Había dormido bien.
"Ahora comprendo, doctor, por qué he venido dando tumbos de un hospital a otro, de medico en médico hasta dar con usted y es que Dios me ha puesto en su camino para poder morir tranquilo". Murió esa misma mañana serenamente, consciente y en Paz.

1 comentario:

  1. Que anécdota tan bonita! Pero creo que te ha faltado darle a publicar en otra entrada, porque dices en la misma línea que la entrada anterior... y la anterior es la primera!! Besos y te seguimos desde Colombia!!

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